Enclavada en la topografía del Tepozteco en la zona este de la montaña, se propuso construir una casa que se integrara al contexto natural teniendo como principal elemento la desvanecida topografía que obliga a conservar la vista espectacular hacia la montaña de Tepoztlán.
En ella el entorno define el emplazamiento conformado por un cuadrángulo que contiene los espacios generales en el área con menor pendiente del terreno, lo que permitió contener el proyecto generado por sus muros de piedra adaptados a la jardinería existente y el aprovechamiento de las características particulares del clima, vientos dominantes, temperatura y precipitación.
El programa arquitectónico dentro de este cuadrángulo pétreo proporciona a sus habitadores la convivencia en todos sus espacios hacia la montaña y hacia el cual abre todas sus vistas generando un sistema de ventilación cruzada que propone sus fachadas mediante elementos de cancelería, herrería y madera que establece pórticos de estancia hacia el norte y circulaciones hacia el sur, las cuales aprovechan el asoleamiento en invierno y la sombra en la fachada norte. Se implementaron sistemas bioclimáticos en la parte superior de los pórticos como aprovechamiento solar de energía, calefacción de agua y la captación pluvial que resulta en un proyecto que convive con el sitio de manera sostenible.
La propuesta de materiales utiliza piedra local como base del diseño, con muros de la casa extendiéndose hacia la montaña. Los pisos están hechos con mármol local y los muros restantes presentan un acabado en estuco de cal, resina y colorantes naturales. El pórtico principal destaca con madera mexicana, y el acero prefabricado se emplea en acabados naturales que oxidan sin químicos, ensamblados en sitio mediante técnicas mecánicas.
En todos los casos los acabados y materiales se reutilizaron, producto de la propuesta de modulación, los sobrantes para la conformación de elementos de jardinería y exteriores que dan privacidad en algunos espacios interiores; lo anterior propone arquitectura de bajo mantenimiento como amalgama con su entorno sin invadirlo dentro de la materialidad del contexto.
Así resulta casa Laureles como una experiencia arquitectónica única que expresa el íntimo vínculo de la arquitectura contemporánea con el sitio en una vivienda en la cual se disfruta el hecho de habitar en un ambiente excepcional anclado a la naturaleza.
Créditos:
Proyecto Arquitectónico:
Arq. Fernando Rivera Gamboa
Arq. Maria del Carmen Vázquez Alejandro.
Construcción:
Cromlech Arquitectura.
Fotografías:
Luis Gordoa
Proyecto de Iluminación:
Arq. Maria del Carmen Vázquez Alejandro.
